domingo, 17 de diciembre de 2017

Pequeñas dosis

Desde mi adolescencia y el despertar al mundo deje de creer en las religiones e instituciones del estado, me sorprende la gente (adulta) que aún duda o tiene cierta tolerancia por esos eminentes fracasos para sentirse dentro de un "orden" superior, una falsa tranquilidad.

Al inicio mi hastío por la gente estaba fundamentado, se alimentaba por el motor de la rebeldía adolescente, la búsqueda de la absoluta verdad por encima de los embusteros de la generación anterior y sus falsos intelectuales; pero con el tiempo mi desprecio por los de mi especie y mi sangre se fue transformando en algo crónico.
Lentamente mi tolerancia por mis semejantes disminuyo hasta llegar a un punto de autentica hipocresía - social, nunca fui muy sociable pero encontré siempre el modo de poder integrarme sin transgredir y sin llamar mucho la atención, me disfrace de un ciudadano ejemplar y por un tiempo comencé a creer que esa falsedad me traería sino algún beneficio al menos una salida a mi ansiedad, pues toda la vida he combatido mi naturaleza errática y solitaria, ha aparecido gente (y también se ha ido) que me dio alguna chispa de esperanza para contradecirme e integrarme a su mundo, contradecirme es decir que mi naturaleza más básica está equivocada, que estoy mal y debo reprimir eso que se que soy, construir un nuevo Yo en base a experiencias selectas y enfocado a una función social productiva, sana. En serio no se cuantos manuales de eso ya existen y ahora estoy consciente (de que siempre tuve razón) y es solamente una hipocresía para poder seguir sustentando sus mentiras acumuladas.

Dicho esto voy a mi punto:
Ya no soporto a la gente, los quiero, aprecio y valoro pero no soporto su compañía, sus opiniones, sus buenos consejos. Soy incapaz de desearle un mal a alguien y mucho menos de proporcionarlo pero cada vez me es más insoportable esa hipocresía que he venido interpretando desde que tengo sentido de supervivencia.
No me interesan los menesteres buenos o malos de sus existencias y de igual forma me enerva la curiosidad de los demás por indagar en mi cotidianidad, claro que disfruto la compañía pero es una distracción superficial que encuentro sana, tomar una cerveza, practicar juntos un deporte o festejar un cumpleaños, soy un recolector de buenas y selectas experiencias.
Soy bueno en pequeñas dosis pero las raíces de la gente me asfixian cada vez más.


"Somos las mentes electrónicas, un grupo de rebeldes de pensamientos libres."

domingo, 8 de octubre de 2017

La sumisión o realización como meta: Mr. Robot.

"...no sólo hablo de Jesús sino de todas las religiones, de los grupos exclusivos que fueron creados para controlar, un traficante que hace que la gente se haga adicta de la droga de la esperanza, sus devotos no son más que adictos con hambre de porquería para seguir con su dopamina de ignorancia, adictos con el temor de creer en la verdad de que el orden no existe; el poder no existe. Todas las religiones son gusanos mentales que metastatizan con el fin de dividirnos para que sea más fácil manipularnos por parte de los charlatanes que quieren controlarnos.
Para ellos solo somos fanáticos que pagan una tarifa para ver sus mediocres obras de ciencia ficción.

Yo no obedezco a mi amigo imaginario, ¿por qué narices tengo que escuchar al de ustedes? La gente piensa que su adoración es la clave de la felicidad. Ese es su truco para poseerlos.
Ni yo estoy tan loco para creer esa distorsión de la realidad. "


"Somos las mentes electrónicas, un grupo de rebeldes de pensamientos libres." 

viernes, 18 de agosto de 2017

Voluntad.

Entra a tu facebook y contempla a los débiles miserables con sus presunciones fútiles. Llénate de ellos y desprecia esa vida.

  • Limpia tu estancia y lugar de trabajo por que sólo los miserables pueden vivir entre desperdicios.
  • Cultiva tu cuerpo y llénalo de vitalidad y fuerza, pues eres una máquina de virtud.
  • Inunda tu pensamiento de conocimientos y persigue siempre sólo los más altos fundamentos, se les llama mediocres a los que se conforman con verdades ajenas.

Y desprecia por encima de todo la comodidad. Todo lo que necesitas es tu voluntad y tus manos.

. "Somos las mentes electrónicas, un grupo de rebeldes de pensamientos libres."

miércoles, 17 de mayo de 2017

Praxis del cambio

Mejorar, siempre mejorar (adaptación darwiniana)
No hay un trigger, bueno un detonante o accionador especifico si acaso pueden ser las circunstancias que convergen en un punto de iluminación o intento de iluminación en que me doy cuenta que de nuevo es necesario cambiar, mayormente soy muy práctico, no me gusta cambiar tan consecutivamente, el cambio es caos y el caos genera desconcierto y ausencia de control, nada es controlable. Pero cualquier sistema se vuelve sustentable una vez encontrando un ritmo adecuado para su labor, muchas veces no es cuestión de modificación de estructura (mutación) sino de re-estructuración o incluso usando la misma estructura sólo es cambio de ritmo.
En resumen el hecho de querer cambiar es una proyección psicológico-filosófico social basada en controles matemáticos aplicados a la vida diaria.
La gente cambia por que se saca la lotería
por que contraen enfermedades mortales
por que les pasa algo muy malo o algo muy bueno;
la gente dormida y que lleva una existencia vulgar (vulgar me refiero a simple, a común, no a majadera) cambia por que es una hoja al viento, "se deja llevar" y llega un punto en que "la vida" los obliga a cambiar.
Yo no.
Yo cambio por que es necesario.
Cambio por que así lo analizo y lo decido.
Fin del comunicado.


"Somos las mentes electrónicas, un grupo de rebeldes de pensamientos libres."

domingo, 12 de marzo de 2017

"Somos mercenarios"

No recuerdo donde lo plagie pero me gusta tomar el siguiente argumento como analogía con respecto a quien vive de la tecnología:

En la edad media para ir a la guerra el señor feudal llamaba a sus camaradas y los invitaba a luchar a su lado, estos conformaban la caballería y generalmente quienes tenían ese honor eran nobles con presupuesto suficiente para portar armadura completa, entrenamiento para la guerra, armamento de calidad y un caballo bien alimentado, si podían además proporcionar suficiente infantería mejor aún.

La infantería: Súbditos obligados a luchar, una paga mejor que la del campesino y la promesa de glorias futuras.

¿Ajá y las computadoras?

Bueno venimos de una generación -y hablo desde mi sector económico- “educada” para conseguir un “buen trabajo fijo” que nos dure toda la vida y en algunos casos (que siempre me llevan a acordarme de las ciencias sociales) todavía más mal educados a esperar que alguien “nos haga paro”. Nos educaron para ser infantería, es evidentemente que no pertenecemos a los nobles con armadura de oro y espada de repuesto, entonces seremos mercenarios.

¡Somos mercenarios!

Peleamos para ganar cualquier batalla y llenar nuestra bolsa de oro, tenemos que contar con el mejor armamento y garantizar las mejores estrategias, me da risa cuando veo a algún empleado que no trabaja por que su jefe no le propicio las herramientas necesarias, ¿es justificable? Por ese bajo salario y además hacerle el favor de propinarle una quincena mayormente segura…

Tal vez es la cúspide de la decadencia capitalista, yo quiero creer que es el momento indicado de tomar ventaja, esas tres milésimas de segundo que algunos llamar suerte y que se escapan en un parpadear:

Consigue el mejor armamento, entrénate a ti mismo, paga por entrenamiento o encuentra quien te lo proporcione y cobra mucho dinero por rentar tus habilidades y tu equipo de combate, si vives esperando a que el tío de un amigo se acuerde de ti y un día de estos te “haga el paro” estás condenado mi hipócrita lector.

"Somos las mentes electrónicas, un grupo de rebeldes de pensamientos libres."